Directrices Estratégicas Comunitarias

Desde el punto de vista estratégico, el MENR debe plasmar para España el contenido de la Decisión del Consejo de 6 de octubre de 2006 relativa a las Directrices Estratégicas Comunitarias en materia de cohesión. Este documento, tal y como prevé el Reglamento 1083/2006 del Consejo, de 11 de julio de 2006, por el que se establecen las disposiciones generales relativas al FEDER, al FSE y al Fondo de Cohesión, define un marco indicativo para la intervención de los Fondos, teniendo en cuenta las demás políticas económicas pertinentes.

 

Las Directrices establecen las grandes prioridades de la política de cohesión para el próximo período de programación:

 

  • Incremento del atractivo de los Estados miembros, regiones, y ciudades mediante la mejora en la accesibilidad, asegurando un nivel de servicios adecuado, y preservando el medio ambiente. 

 

  • Estimulación y potenciación de la innovación, el desarrollo empresarial, y el crecimiento de la economía del conocimiento por medio de la investigación y el desarrollo, las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. 

 

  • Creando más y mejores empleos, atrayendo más personas al mercado de trabajo y al desarrollo de la actividad empresarial, mejorando la adaptabilidad de trabajadores y empresas y aumentando la inversión en capital humano.

 

Las Directrices contemplan, así mismo, como elementos horizontales a tener en cuenta en todas las estrategias de desarrollo:

 

  • La igualdad de género, y, la ausencia de discriminación por razón de género, raza u origen étnico, religión o credo, discapacidad y orientación sexual. 

 

  • La dimensión urbana, señalando la posibilidad de la existencia de programas, que puedan considerar, entre otros aspectos, el papel de las ciudades como motores del crecimiento económico de las regiones, sus problemas de integración social, o el desarrollo equilibrado policéntrico mediante la vinculación entre diferentes ciudades con distintos tamaños.

 

Teniendo en cuenta las prioridades y elementos citados, cada Estado miembro debe elegir las políticas de desarrollo regional que mejor se adapten a sus características específicas.