Misión y Objetivos

El FSE es el principal instrumento con el que cuenta la Unión Europea para invertir en las personas. Formó parte del Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea de 1957. El objetivo de entonces era promover el empleo y aumentar las oportunidades para los trabajadores. Cincuenta años después, el empleo continúa siendo la máxima prioridad.

 

La misión del FSE es apoyar la creación de empleo y ayudar a las personas a perfeccionar su formación y sus capacidades, mejorándoles sus expectativas laborales, en el marco del compromiso de la Unión de crear más y mejor empleo.

 

Para la consecución de este objetivo, es necesario que los Estados miembros, las autoridades regionales y locales, los agentes sociales, la sociedad civil y, sobre todo, los ciudadanos refuercen sus relaciones. Para crear más y mejores puestos de trabajo en un mundo en constante evolución, tendremos que ir más allá en cuanto a investigación, innovación y sociedad de la información, y lo más importante, invertir en el recurso más valioso: los ciudadanos.

 

Las oportunidades de empleo son necesarias para quienes buscan su primer puesto de trabajo, para lo que se necesita una formación adecuada. El FSE ofrece ayudas a las personas que desean reanudar su vida laboral, como los padres que han interrumpido su carrera para dedicarse a sus hijos. También presta especial atención a las personas en riesgo de ser excluidas del mercado laboral, como las personas con discapacidad, los inmigrantes, las minorías y otros grupos desfavorecidos.

 

Por otro lado, el Fondo Social Europeo también apoya la cooperación transnacional para el intercambio de buenas ideas y el desarrollo de métodos adecuados que sirvan para replantear el modo de trabajar y la conciliación de la vida personal y laboral.

 

Las ayudas a las personas se materializan a través de cursos de formación y reciclaje, la mejora de las competencias, el desarrollo de carreras profesionales y la promoción del espíritu emprendedor.

 

Además, el FSE apoya la modernización de los servicios públicos para garantizar la eficacia de sus prestaciones.